martes, 30 de agosto de 2011

Blanco

No llevo mucho, pantalones vaqueros y una camiseta gris, que me va grande. Muy grande de hecho.
Intento levantarme pero no puedo me da vueltas las cabeza,  así que me gateo hasta la puerta y agarrándome al pomo consigo levantarme poco a poco.  Primero de rodillas, un pie y luego otro .
Me pesa todo el cuerpo.  Me tambaleo pero consigo mantenerme en pie.
Todavía estoy agarrada al pomo así que lo giro y abro un poco la puerta.
Es un pasillo sin ventanas. Miro a ambos lados. Nadie, no hay rastro de nadie.  Y al igual que la sala anterior las pareces son totalmente blancas y lisas.
Decido seguir por el pasillo cojo el camino a la derecha. Avanzo lento, a causa de las rodillas que no dejan de temblarme.  Al parecer  he estado bastante tiempo sin moverlas.
Sigo avanzando hasta que me veo obligada a girar a la derecha, otro pasillo largo, sigo  pero no encuentro ninguna  bifurcación a la izquierda pero el pasillo sigue. Me encuentro otra vez sin salida más que girar a la derecha y así dos veces más.
Me estoy impacientando. .. Intento calmarme y prosigo.
Esta vez encuentro una puerta, también blanca.  La abro y como no, otra habitación blanca, es igual que en la que me desperté.  Estoy casi segura que es la misma.  Para asegurarme rompo una manga de la camiseta y la ato al pomo. Cierro la puerta. Y sigo el pasillo el mismo recorrido de antes. 
Nada nuevo por el camino, el pasillo me lleva hacia la derecha una y otra vez. Esta vez voy más rapido ya no me tiemblan las rodillas, y incluso me permiten correr en el ultimo tramo de pasillo. Hasta toparme con la puerta.
La maldita puerta con el trozo de tela en el pomo.  La abro.
Ya no esta vacia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario